lunes, 1 de junio de 2009

adaptaciones

ADAPTACIONES MORFOLÓGICAS O ESTRUCTURALES

Camuflaje

Adopción evolutiva por parte de un organismo de un aspecto parecido al medio que le rodea con el fin de pasar desapercibido para los posibles depredadores. El camuflaje o cripsis engloba, por lo general, adaptaciones del tamaño, la forma, el color, los dibujos del cuerpo y el comportamiento, y es relativamente común en los animales, pero menos en los vegetales. El más conocido de los animales que adaptaron su camuflaje es el camaleón.

Mimetismo

Semejanza física o de comportamiento que adopta una especie que imita a otra y que beneficia a la primera o, algunas veces, a ambas especies. Por ejemplo, varias especies de polillas y moscas carentes de defensa evitan la depredación por parte de las aves imitando el color de las bandas y el zumbido de ciertas abejas con aguijón. Los animales o plantas más imitados son por lo general especies abundantes, cuyas características nocivas dejan una impresión duradera en los predadores. En vez de evitar ser localizados por los depredadores por medio del camuflaje, las especies que se mimetizan exhiben las mismas señales o conductas llamativas de advertencia que tienen las especies peligrosas a las cuales imitan.

Se encuentran ejemplos de mimetismo entre muchas plantas y animales diferentes, incluyendo orquídeas, insectos, pájaros cantores, tiburones, lagartos y escarabajos venenosos. El pulpo imitador es la espacia más sorprendente al momento de imitar a otras, puede cambiar su color, y contorsionarse para imitar animales como manta rayas, serpientes marinas, peces león, entre otros.

Otros ejemplos de adaptaciones Morfológicas

La velocidad, el ocultamiento, cambio de color, la secreción de sustancias, la coloración, la tanatosis, la visión, forma de patas, picos, pelaje, fingir estar muertos para engañar a sus adversarios, el veneno que segregan algunas plantas y que usualmente se encuentran en las hojas, frutos o flores.


ADAPTACION COMPORTAMENTAL O CONDUCTUAL

Migración animal

Desplazamiento masivo de animales, desde y hacia sus áreas naturales de reproducción, con carácter estacional o periódico. La migración generalmente se produce antes y después de la época de cría. Durante ésta, los animales migratorios son objeto de las variaciones estacionales del medio y experimentan cambios anatómicos y fisiológicos. En sentido estricto, el término migración no es aplicable a los movimientos nómadas de muchos grupos animales que se ven continuamente amenazados por la sobrepoblación, ni a los cambios de hábitat de muchos animales con larvas, durante las diferentes fases de la metamorfosis. Por estas razones, los desplazamientos periódicos masivos del lemming y de la langosta no se consideran auténtica migración.
Los ejemplos mejor conocidos de migración auténtica son los desplazamientos anuales de las aves, en los que bandadas de pájaros nativos de zonas templadas y árticas buscan a finales de verano y en otoño regiones más cálidas, regresando a sus territorios originales de anidación en primavera. Un ejemplo espectacular es el de la golondrina del Ártico, que cría a temperaturas de ocho grados en el polo norte e inverna en la Antártida.


ADAPTACIÓN FISIOLÓGICA O FUNCIONAL

Hibernación

Estado letárgico en el que muchos animales de sangre caliente pasan el invierno, sobre todo en regiones templadas y árticas. Se puede decir que cualquier mamífero que permanece inactivo durante muchas semanas con una temperatura corporal inferior a la normal está en hibernación, si bien los cambios fisiológicos que se producen durante el letargo son muy diferentes según las distintas especies. Un animal muy adaptado que hiberna, como una ardilla de tierra, se retirará a su refugio bajo el suelo en la estación apropiada. En pocas horas reduce su temperatura corporal de forma drástica y entra en letargo, aunque la temperatura exterior pueda sobrepasar el punto de congelación, y emerge con rapidez de la hibernación, en un espacio de tiempo igual de breve, cuando se origina una explosión de energía metabólica que calienta el cuerpo hasta alcanzar un nivel adecuado de actividad. Durante la hibernación la tasa metabólica de la ardilla puede ser un 10% inferior a la normal, su corazón puede latir sólo de diez a veinte veces por minuto, en lugar de 200 a 300, y puede llegar a respirar sólo cuatro veces por minuto, en vez de 100 a 200.

Algunos mamíferos, como los osos pardos y varios roedores, entran en un sueño profundo durante el invierno y sufren un cierto descenso de la tasa metabólica, aunque pueden despertar en los días más calurosos y alimentarse; en ocasiones las hembras pueden dar a luz durante el invierno. Otros animales, entre los que se cuentan algunos pájaros, experimentan un periodo diario de descenso del metabolismo.

Los anfibios y los reptiles son animales de sangre fría, de modo que cuando las temperaturas del medio descienden entran en un estado de apatía más que de hibernación verdadera, lo que implica un control de la temperatura corporal. Algunos insectos segregan una sustancia química orgánica llamada glicerol que actúa como un tipo de anticongelante y les permite tolerar temperaturas inferiores al punto de congelación. Ningún ave es capaz de sumirse en una hibernación prolongada, aquellos que carecen de aislamiento suficiente para sobrevivir a inviernos fríos y largos emigran hacia climas más cálidos.

La estivación, un estado de apatía o letargo similar a la hibernación, está inducida por el calor y la sequedad. Por ejemplo, muchos caracoles estivan en estaciones calurosas y secas en las que el alimento y la humedad son escasos.

Homeotermia

Capacidad de ciertos organismos, llamados endotérmicos o “de sangre caliente”, para regular su temperatura corporal y mantenerla en un valor aproximadamente constante. En el ser humano, este valor puede variar uno o dos grados Celsius. A diferencia de los animales poiquilotermos (ectotérmicos o “de sangre fría”), el rendimiento metabólico de los animales homeotermos apenas varía con la temperatura externa. Las aves y los mamíferos son homeotermos.

La regulación de la temperatura corporal tiene lugar por medio de termorreceptores, que a través del sistema nervioso central desencadenan una mayor actividad metabólica y un temblor de los músculos en caso de frío. Además, cuando las temperaturas son bajas puede reducirse la pérdida de calor ahuecando las plumas o erizando los pelos (este es el origen de lo que vulgarmente conocemos como “carne de gallina”).

En las aves, la temperatura de las patas puede bajar hasta 4 ºC mientras que la temperatura basal del organismo es de 41 ºC. Estos mecanismos permiten que los homeotermos puedan colonizar zonas muy frías del planeta.


La transición entre la poiquilotermia y la homeotermia no es abrupta. Por ejemplo, en los peces y los insectos existen ciertos principios de regulación de la temperatura corporal. Al mismo tiempo, algunos homeotermos de tamaño muy reducido —como los colibríes y algunas musarañas pequeñas-presentan características de poiquilotermia, ya que durante la noche reducen mucho su temperatura corporal. Este fenómeno se denomina heterotermia.


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